De vuelta a un clan

Niobe se había destruido, dormía en su propio abismo y yo sabia que hiciera lo que hiciera no podía traerla a mi lado, así que con más rabia que antes me entregue a ser vampira...

Ya tenia un alma en mi poder, aunque me había costado mucho convertirle a mi sola, tenia un segundo humano que quería ser vampiro y esta vez pedí ayuda a Paratroop, siempre que hablaba con él me llamaba hija y yo le comencé a llamar Pather porque con esas gafas de sol mas se parecía a un cura militar que a un padre... Así que con dos almas en mi poder una tarde me senté a hablar con él y le dije que me gustaría que fuese mi liege pero que pasaba mucho de los clanes. Mi pather estuvo de acuerdo y me dijo que nadie me molestaría.. y me hice miembro de Ravenous.

Un día estando en una plaza conocí a un vampiro, tampoco era de los que pasaba inadvertido vestido de negro y con su melena rizada al viento. No sé como empezamos a hablar y en algún momento le dije que no debería hablar conmigo que yo era una traidora para su clan y aun recuerdo su risa al decir que a él nadie le dice con quien puede hablar y con quien no.

Magodeoz - que así se llamaba- y yo cada vez nos hablabamos mas, eramos muy amigos, no sé porque el parecía que podía ver más de mi que los demás...

Llevaba mucho tiempo en la misma casa y empecé a pensar que no era buena idea permanecer mucho tiempo en el mismo sitio, así que comencé a buscar casa... necesitaba algo apartado no quería que nadie descubriera a mi hermana durmiendo.

Sabia que mi amigo se dedicaba a los negocios inmobiliarios y que no me haría muchas preguntas, así que le comente lo que me pasaba y me enseño una casa alejada de todo y de todos. Se la alquile y hice todo el traslado. A partir de ese momento no era raro verle aparecer por allí por si necesitaba algo, pasábamos muchas horas juntos hablando de cualquier cosa.

Paratroop se había ido una temporada y en el clan me lleve la sorpresa de encontrarme a Josias, no sabia ni que era vampiro... necesitaba un nuevo liege y sin pensarlo dos veces me hice minion de Josias.

Romantico suicidio...

El tiempo transcurría lento, un solo día me parecían 3 otoños... Cen cada vez desaparecía más de mi vida, cada vez tenía menos tiempo para compartirlo conmigo, y eso era algo que poco a poco me corroía por dentro...

Uno de esos días tan largos, llego a mis oídos algo que me partió el alma, Cen había muerto como vampiro, se había ido para siempre, o al menos durante un largo tiempo...

La muerte de un vampiro puede ser solo tiempo de reflexion... una larga siesta, pues solo cuando nos morimos por así decirlo... en realidad solo dormimos... dormimos como se supone que los vampiros no lo hacen... dormimos, pero nadie sabe durante cuanto tiempo, pues disponemos de toda la eternidad...


Esa noticia hizo que mi mente volará, que no viera los días pasar... solo podía ver como mis entrañas lloraran de desesperación, yo... que mi gran sueño había sido ser su vampira, que él fuera el dueño de mi alma... y ahora él no estaba y mi alma se encontraba en el abismo, mientras mi mente había muerto nada más enterarme de su muerte...

Ya nadie quería mi alma, y me di cuenta de que yo no quería que nadie la tuviera, me di cuenta de que sin él, no quería seguir viviendo esa vida....

A la mañana siguiente de su muerte, desperté bajo las sombras de un amanecer aislado, tan cautivante, tan agrio... Aun podía sentir el dulce aroma de su ser en mis manos.
Camine por el sendero de la perdición, mirando mi sufrir a través del tiempo...mis pensamientos volaban libres por los campos de mi propia desolación.

Ya no podría disfrutar del sabor de su sangre, ya no sentiría el dulce calor de su cuerpo...Había perdido mi poder,me había vuelto tan voluble al dolor, como una simple humana enamorada...

En una noche de en la que sus recuerdos volaban por mi mente... tome la brillante daga a mi costado, un llanto tan inocente salio de mis labios gritando su nombre mientras la daga atravesaba mi cuerpo...
Sentía como tanto dolor corría por mis venas y una extraña y ya olvidada sensación de calor en mi sangre era cada vez mas grande...
Un romántico suicidio por mi amado, bajo paredes llenas de recuerdos...


Mientras sentía que mis ojos se cerraban lentamente, para entrar en esa letarga siesta que no sabía si algún día despertaría de ella... solo podía hacer que mi mente divagase con Mi ángel infernal mientras las olas se manchaban con mi sangre... con mi bello vampiro,tapando el sol con mis pedazos.

Sin sueños aun seguía en pie... durmiendo en las sombras cree mi jardín de la muerte, mientras mi mente aun seguía a la eterna disposicion de Cen, que se había convertido en mi amor eterno.

Renací en su vida, el me dio la eternidad y he muerto en el mismo lugar en su infierno...

Mi romantico suicidio fue en honor a mi gran amor.

Esto es vida

Cuando me vi sin clan, senti una gran sensación de alivio... no sé porque de repente me senti más libre de lo que me habia sentido nunca. No tenia obligaciones, podia hacer lo que se me antojase sin que nadie me pudiera decir ni pio...

Tambien es cierto que mi hermana tambien era otra vampira huerfana, o como dice Abso perteneciamos al clan de los rebeldes, no se la daba bien cazar y la habian dicho que no duraria ni una semana como vampira al quedarse huerfana, (Yo lo dudo, nadie la conoce tan bien como yo, sé que mientras ella puede mantenerse por si misma...) eso en vez de enfadarme o molestarme se convirtió para mi en un reto.

Queria demostrar que una vampira sin clan puede valerselas muy bien por si misma, que si te lo propones y juegas bien tus cartas podias conseguir muchas cosas. Me habian tachado de traidora, y creo que si hubiese sido traidora de verdad nunca me hubiera ido del clan, porque no traciono a nadie, como que tampoco le debo lealtad a nadie, la lealtad no es el pago de algo es que se tiene o no se tiene. Y yo nunca le tendre lealtad a un clan, le tendre lealtad a las personas. Y esa lealtad ahora mismo creo que solo la tengo que tener por mi misma y por mi hermana. Tengo amigos en clanes que se consideraban enemigos, alguno quedó en absolut y me da igual, sigo siendo la misma...

Probe a cazar pareciendo una humana normal, nunca engañe a nadie iba con la verdad por delante, y se cazaba, seguia llevando una vida medio humana. Habia en mi algo que separaba la parte de vampira con mi parte humana, no suelo ir de caza con otros vampiros, para mi eso se convierte en un juego o en un cachondeo, te lo pasas bomba pero a veces no tienes suerte. Otras veces vuelves llena de sangre y muerta de risa...

Luego me dio por parecer una vampira, vestida de negro, con algun arma colgada en la espalda, los resultados son los mismos asique igual puedo ser una vampira buena, que una humana mala o ser mala simplemente, siempre yo soy. Y cuando va a aparecer una o la otra es algo que no se sabe....

Nuevo comienzo...

Los nuevos días en nuestra nueva vida libre y feliz pasaban... Ya no teníamos clan, no teníamos que dar explicaciones a nadie... nos sentíamos libres...

Yo me sentía bien al ver como había sucedido todo, Maat se adelanto a mi idea, y abandono el clan, había vuelto a discutir con el jefe... y esa fui la gota que calmo mi vaso... Abandone el clan, y con la bendición del jefe para ello, discutimos hasta tal punto, que consegui que nos tachara de traidoras a ambas, eso me quemaba por dentro... sobre todo el hecho de que a Maat le había dicho que contara con el clan para lo que quisiera... y después de nuetra discusión le nego la palabra. Me alegraba de no estar en ese clan, una parte de mí estaba muy satisfecha por la decisón tomada...

Solo una pequeña parte de mí cuerpo frío de vampira, sentía por dentro un calor que se suponía algo imposible en un vampiro, sentía calor por mí cuerpo, un calor que me quemaba poco a poco, casi no lo notaba, solo notaba el calor... Ese calor, que quemaba dulcemente, era esa parte de mí que se entristecía por la consecuencía de los ultimos acontecimientos... Al no tener clan se és tan libre, que no puedes tener Liegue, Cen ya no era mi mentor... el seguía perteneciendo al clan. Pero para mi sorpresa aunque no fuera mi mentor para los demás, sabía que contaría con él para lo que necesitara... como siempre había hecho.

Cen me seguía dando de beber siempre de su sangre, gracías a él seguía viva, sabía que Maat no dejaría que me muriera por que no me gustará ir de caza, pero solo mordiendole a él sentía ese placer sumo que se supone que tiene que sentir un vampiro al morder... Y mientras el hecho egoista de querer sentir ese placer día tras día no suponiera un esceso que causara falta de sangre a Cen, yo seguiría haciendolo...

Pero toda libertad tiene su precio, y había que salir más de caza... Cen no tenía mucho tiempo, aunque resulte algo extraño en un vampiro... Cen siempre había sido especial, incluso en eso, tenía la eternidad, pero aun le faltaba tiempo... A mi aunque no me gustase mucho salir de caza lo intentaba, pero no tenía practica... Mi única "caza" siempre había sido él, y lo hacía de buen agrado casi siempre.... pero salir de caza a por humanos, a morder aunque en el fondo sabía que quizás no querían que lo hiciese... No se me daba bien... Así que Maat era la que más cazaba, y empezabamos a depender de su sangre...

Cen cada vez desaparecía más, se evadía del mundo... Pero cuando menos lo esperaba, volvía a verme aunque solo fueran unas horas... Y asi el tiempo fue pasando...

Siguen los problemas

Descubrir que las almas se pueden regalar y más de la manera en que lo hice me sentó fatal. El desaparecido no sé como lo hizo ni porque pero regaló mi alma a su liege, un vampiro del clan con el que no me llevaba muy bien con él, por decirlo de alguna manera, desde que nos conocimos no habia echo más que darme por saco. Y de repente me encuentro que ese zoquete tiene mi alma, si lo hubiese sabido se la hubiera quitado al otro...

Asique decidi que esa alma regalada iba a ser su peor pesadilla y entre él y yo empezó la guerra fría, puestos a dar por saco dabamos todos... Al final llegó con amenazarme con vender mi alma y yo a él con quemarle vivo. Se montó tal jaleo que al final su liege se tuvo que meter por medio y solucionarlo. El vampiro reconoció que se habia pasado tres pueblos, y yo que en el fondo no soy tan cabrona reconoci mi parte de culpa y se enterró el hacha de guerra.

Lo curioso es que pasó de estar dando por saco, a pregunatrme cada día si necesitaba algo, donde se cazaba bien y cosas asi...Vamos que el león no es tan fiero como lo pintan.

El jefe del clan a los pocos dias me llamó a su presencia y me dice que el vampiro que tenia mi alma se ha destruido y que hay que recuperar mi alma del abismo, antes de que sea demasiado tarde. Asi lo hizo y cuando acabó me cuenta que otro grupo de vampiros a dejado el clan, según él engañados por una vampiresa nuy mala. Le pregunto que tiene que ver eso conmigo y me dice que uno de los que se ha ido es Dante y que ha oido que somos amigos, le dije que si y me dice que intente hablar con él para ver si puedo hacer que vuelva al redil.

Al día siguiente me encontre con Dante y estuvimos hablando, le dije que Abso queria hablar con él asique me dijo que le llamase. Al principio Abso fue bastante educado, nada hacia preveer lo que iba a pasar a continuación... cuando se le acabaron los motivos para hacerle regresar, cambió de tactica y empezó a soltar burradas por la boca.

No entendia como alguien puede ser tan obtuso y le queria hacer ver que las cosas no son ni blancas ni negras, sino que hay un monton de tonalidades de grises en medio. Pero Abso ya creo que no razonaba y le llamó traidor a Dante alli en medio y poco más me ordeno que me fuera con él al clan.

Cuando le dije que me quedaba allí hablando con mi amigo, el todopoderoso jefe me dijo que el que habla con traidores es un traidor. Eso fue la gota que colmó el vaso y furiosa le dije que me llamase traidora por algo que abandonaba el clan....

Mi nueva vida como vampira....

El tiempo se esfumo de repente... las horas pasaban pero yo no veía transcurrir el tiempo, para mí el tiempo ya no existía, pues tenía toda una eternidad por delante...

Veía transcurrir el tiempo en la vida de los demás... Estaba casi siempre en compañia de Cen, juntos veíamos desde otro prisma la vida de la humanidad, las cosas tan insignificantes a las que podían dar importancia la gente, pasabamos horas y horas charlando...

Aun recuerdo mis primeros días de caza... Cen siempre me acompañaba, pero he de decir que no se me daba muy bien al principio, sabía que tenía que beber sangre para poder seguir viviendo, pero no sentia ese placer que sienten muchos vampiros al morder, al sentir la sangre resbalando por su garganta... Mordía por que era lo que tenía que hacer, por supervivencia...

Pero cuando mordía a Cen era totalmente diferente, me encantaba morderle, me encantaba sentirle tan cerca, me gustaba que su sangre corriera por mis venas despues de haberle mordido... sentía que con cada mordisco, formaba más parte de mí....Era su influencia lo que necesitaba, sus deseos se habían vuelto los mios propios... el único deseo propio que tenía era él...Cuando le mordía a él, si que tenía que controlarme, pues su sangre se había vuelto mi droga... Mientras le mordía pensaba que si no me controlaba Cen estaría a un paso de que le dejara sin una gota se sangre, sabía que eso conllevaría su muerte... Pero le deseaba tanto... sin embargo ese impulso por saciarme de él aprendí a controlarlo, me alimentaba de su dulce cuello , su vida, su esencia entraba en mí poco a poco... mientras lo hacía, me saciaba de su hermosura.Cuando no estabamos juntos me costaba mucho aguantar la sed de volver a verle, devorar sus venas tibias para mi era un placer, rasgar la piel de su cuello un banquete suculento y verle una necesidad... Como la vida misma, un día el termino con mi sangre humana, con los colmillos y los ojos llenos de mi vida, la cual le pertenece, esa que ahora es otra cosa... gracías a él la belleza de la muerte la aprecíe como otra nueva vida, una nueva vida en la que él siempre formaria parte...

El clan en el que me encontraba no me gustaba nada, al jefe del clan nunca me había parecido muy normal, parecia que sentía verdadero placer cuando mordía a una vampira, pero no ese placer que suelen sentir los vampiros cuando se alimentan de su deseada sangre... si no un placer que iba más haya... cuando mordia, se le escuchaba gemir de placer, nunca me gusto y encima últimamente se le había subido lo de ser Rey, y se creía que tenía derecho sobre los vampiros, derecho y autoridad como para ordenarles lo que debían o no hacer... con quien tenían que hablar, y como tenían que vestir... Y yo tenía muy claro que no tenía que dar explicaciones a nadie, era libre de hacer lo que quisiera, era inmortal, y no iba a dejar que alguien como él me dijera que tenía que hacer durante el resto de mi vida...

Solo había dos motivos por los cuales aun no me había ido de allí, que Maat y Cen era del clan pero lo que realmente más me ataba allí era el hecho de que si me iba, Cen dejaría ser mi mentor, tendría que ir por libre, y la idea no me gustaba nada, no por que no me viera capacitada para ello, si no por que como ya dije, quería formar parte de Cen lo que más pudiera...

Los días iban pasando y yo estaba más incomoda en ese clan, cuando Cen no estaba alguna vez me acercaba por el castillo, y no me gustaba el ambiente que se respiraba por allí... Cada vez tenía mas en mente ser una vampira por libre, no tener que dar explicaciones a ningun clan... Al fin y al cabo, Cen seguría teniendo mi alma que para mí era lo más importante, y aunque no fuera mi mentor de verdad.... En el fondo, sabía, o al menos quería pensar... que Cen siempre estaría ahí para agarrarme si me caía, fuera o no mi liege... No sabía por que pero él tenía algo especial, algo que no sabría describir... Algo a lo que me había vuelto adicta... Lo tenía decidido, dejaría el clan...

Tan solo tenía que hablar con Maat, si ella no quería que me fuera, no lo haría... pero no se por que sabía que Maat no me lo iba a impedir...

Conociendo a más vampiros

Siempre que mi trabajo en la discoteca me lo permitia y mi sed de sangre no me hacia ir en busca de mortales a los que morder me dejaba caer por el clan.

Alli conoci a muchos vampiros y me di cuenta de que poco tenia que ver con las numerosas vampiras, la mayoria de ellas llevaban pintas de zorrillas mientras que yo era la macarra del clan, cosa que tampoco me importaba gran cosa, siempre me ha gustado ir a mi aire.

Pronto empezaron las chorradas del jefe del clan , que nos reñia como a niños chicos por estar haciendo el tonto o por llevar pintas, los demás dejaban de hacer lo que fuese en cuanto el llegaba.. pero yo que soy maria contraria lo hacia más. El pobre Duke parecia que cambiase de color cuando Abso le decia algo y a mi que me hacia gracia le cuchilleaba al oido Abso llegó... se acabó la diversión.

De repente una parte del clan lo abandono y fundó un clan nuevo. Marleme se unió a su liege y al nuevo clan aunque siempre me invitaba a irme con ella, a mi el clan me parecia divertido y decidi quedarme. El jefe del clan me pidió que no hablase con ella ni con todos los que se habian ido porque eran unos traidores.

Mmmmmmmm..... pensé por aqui vamos mal, y como no me callo ni debajo del agua, dije lo que pensaba, que si bien no me iba a ir con ellos a ningun clan, no pensaba dejar de hablar con ella, porque ante todo era mi amiga y me daba igual si estaba en un clan o en otro, que eso me traia sin cuidado que yo me guio por la gente no por los clanes.

El me dijo que por esa regla de tres tambien tendria amigos humanos, cosa que tampoco era normal... que tenia que ver un humano con un vampiro que ellos solo eran alimento para nosotros, a lo que yo respondi que tenia amigos vampiros, humanos y hombres lobos y que asi iba a seguir siendo... pesase a quien pesase. Faltaria más que me dijeran quienes pueden ser mis amigos.